Páginas

martes, 18 de junio de 2013

Estiramientos

Nada mejor que el tema de los estiramientos para iniciar esta sección dentro de nuestro blog. Este es un tema muy controvertido que muchas veces no se trata con todo el rigor y conocimiento con el que deberíamos, teniendo en cuenta el uso tan extendido que tienen este tipo de ejercicios.
Vamos a intentar resolver algunas de las dudas que puede plantear su uso en cada momento de la preparación de nuestros y nuestras deportistas.
Definiremos estiramientos como una serie de ejercicios que llevan la musculatura a dimensiones más allá de su posición de reposo. Habitualmente nos referimos a ellos identificándolos con posiciones corporales mantenidas en una postura estática por un tiempo no inferior a 5” y que se pueden realizar en una o varias series.
Este es el primer escollo que debemos salvar, ya que las modalidades de estiramiento son diversas y tienen objetivos muy diferentes.
Por un lado tenemos los estiramientos estáticos, los que más se ajustan a la definición a la que nos referíamos con anterioridad. El objetivo de éstos es devolver la musculatura a unas dimensiones similares a las que presentaba en reposo y, supuestamente disminuir su tono, favorecer su recuperación y mantener unos ciertos grados de amplitud de movimiento de las articulaciones implicadas en la movilización.
Dentro de esta modalidad el método más famoso es el “Stretching” tan pregonado por Bob Anderson en los años 80 y que lleva mas de 3 millones de copias vendidas del libro con el método en su versión inglesa. En él, Anderson explica una infinidad de ejercicios y recomienda realizarlos en una o dos series de 5 a 15 segundos de duración llegando al límite articular sin dolor y con más o menos exigencia en función del objetivo. Posteriormente, diversos autores como McAtee [et al.], (2007) indican tiempos de estiramiento 15 a 30 segundos para conseguir mayores beneficios.
varios deportistas estirando en la pista
Estiramientos de suelo
Este método en la actualidad está indicado únicamente en la fase de vuelta a la calma de la sesión o en sesiones aisladas que busquen la mejora de la flexibilidad.
Tampoco existen estudios científicos concluyentes respecto a su utilidad en la prevención de lesiones musculares, recomendamos en este sentido el meta-análisis de Shrier, (2002) que asegura que este posible efecto preventivo está más basado en otras estrategias que se acompañan al estiramiento que en este mismo.
Respecto a la construcción de las fases de adaptación o calentamiento de las sesiones hablaremos en entradas posteriores de este blog, no obstante en referencia a los ejercicios más concentrados en las articulaciones que deberían incluirse en esta fase, recomendamos protocolos de movilidad articular, estiramientos activos cinéticos y balísticos (con movimientos elásticos y de rebote progresivos) y estiramientos de tensión activa.
Éstos últimos se han revelado en los estudios recientes mencionados como los más interesantes al iniciar un entrenamiento, su mecánica es simple, se lleva la articulación al límite y una vez allí se exige actividad a la musculatura agonista a la que se debe impedir su movimiento. Se pueden realizar de una a dos series de unos 5-7 segundos por grupo muscular y su interés radica en que demandan mucho más la elasticidad del tendón. Este factor explica la mejora en este tipo de trabajos de las actividades explosivas posteriores.

LÍBERO

La figura del LIBERO se ha hecho imprescindible en el voleibol moderno¿Cómo ha evolucionado su responsabilidad? ¿En qué medida han cambiado los planteamientos de juego tras su aparición? ¿Qué trascendencia puede llegar a tener su rendimiento en recepción en el éxito de un equipo?
La incorporación del líbero al voleibol marcó sin duda, un antes y un después en la especialización y la definición de roles. Ha ido adquiriendo un protagonismo cada vez mayor tanto en tareas defensivas y de reconstrucción, como en la recepción del equipo. La opción de poder contar con un segundo líbero, vigente en la actualidad, incide todavía más en la importancia de dicha especialización.


En lo que a la recepción se refiere, el líbero comenzó sustituyendo en segunda línea, en la mayoría de los casos, a centrales que por aquella época se habían convertido en receptores más que aceptables, pero sin llegar al nivel de rendimiento de los jugadores de zona 4, auténticos protagonistas por entonces de esta fase del juego. Ese buen nivel de recepción de los jugadores de zona 4 propició que en muchos casos, la cualidad más valorada en un líbero no fuera tanto la recepción como la capacidad defensiva.
El atractivo de poder conseguir mayor potencial de ataque en, al menos, uno de los jugadores de zona 4 (con buenos atacantes pero receptores discretos) obligó al libero a convertirse en un auténtico especialista en recepción, asumiendo zonas de conflictoante saques en potencia y, en ocasiones, casi la totalidad de la pista ante saques tácticos, liberando así a sus compañeros de zona 4 que contribuían con menos dificultades al juego de ataque.

Perfeccionamiento de la técnica individual.

Cualquier conocedor de nuestro deporte, es consciente de lo complicados que resultan los inicios, y lo determinantes con respecto a la proyección de cualquier jugador. Dominar mínimamente la técnica es duro y costoso, además, adquirir “vicios” técnicos contraproducentes puede condicionar la proyección de un jugador o, al menos, su capacidad de aprendizaje.


Si hiciéramos una valoración de la importancia de la técnica según posiciones, encontraríamos a los receptores como los auténticos “decatletas” del volley, obligados a dominar todas las “especialidades” o fundamentales (aunque especializados en recepción). El siguiente rol en importancia, por volumen de participación en el juego y por número de fundamentos a dominar, debería ser el de opuesto. Tradicionalmente, las exigencias hacia los responsables de desempeñar este rol, no eran tan altas excepto en tareas de ataque, pero cada vez se valora más su aportación al “volumen de juego” total del equipo. El colocador es sin duda (junto al líbero) el paradigma de la especialización. La trascendencia de su rol le obliga a realizar una gran cantidad de trabajo analítico de pase-colocación, pero sin descuidar otros fundamentos importantes. A continuación, los centrales tienen muy reducida su participación en segunda línea, pero no se puede evitar contar con su presencia en defensa durante los puntos decisivos, por lo que su aportación no deja de ser importante. El líbero, que pasa por ser el jugador que menos fundamentos desarrolla, lo compensa con su cada vez mayor protagonismo en la construcción del juego.  

No existe un modelo de aprendizaje de la técnica único. Estudios biomecánicos, la experiencia y el sentido común, nos han ayudado a descartar planteamientos erróneos y a avanzar en direcciones parecidas, pero pequeños matices (a veces no tan pequeños) identifican el trabajo de escuelas o maestros, e incluso características especiales de ciertos jugadores personalizan o adaptan fundamentos técnicos a su perfil (no todos los sacadores en salto utilizan la misma carrera ni los colocadores la misma posición de manos…), de forma que acaban por diferenciarse sin que esto implique que algún estilo en particular asegure mayor rendimiento que otro.

Por otro lado, la técnica varía, se adapta a las necesidades del nivel competitivo en planteamientos y objetivos (la esencia de la técnica de base para el golpeo de brazos, sólo se mantiene en el alto rendimiento para golpear un freeball, pero tanto la técnica del golpeo en defensa como en recepción distan enormemente de dicha esencia). Además, esas adaptaciones de la técnica se deben ir incorporando de forma progresiva en cada etapa del jugador. También cabe destacar las diferenciaciones técnicas por roles, motivadas en la mayoría de los casos por la especialización (el toque de dedos del colocador tiene características propias, así como la técnica de bloqueo del central o su ataque…).
En las siguientes entradas, os trasladaré una síntesis de los planteamientos que utilizamos en la enseñanza de cada gesto técnico y su adaptación a la progresión metodológica necesaria según la evolución del jugador.
Antes de acometer el desarrollo de cada fundamental, me gustaría trasladar la importancia que, según nuestro punto de vista, tiene el trabajo de “los desplazamientos”. Tanto generales como específicos.
Excepto para la realización de alguna modalidad de saque desde el suelo, cada vez menos practicada (sobre todo en el voleibol masculino), prácticamente todas las acciones de juego van precedidas de un desplazamiento. Este desplazamiento previo, condiciona en gran medida la eficacia del gesto técnico. Se suele trabajar como parte del gesto técnico (bloqueo, ataque, saque), pero se descuida en ocasiones en golpeos básicos (colocación y golpe de antebrazos, recepción / defensa).

En resumen, que mi consejo es que los desplazamientos generales formen parte de todos los calentamientos (en forma analítica o juegos), y que igualmente se invierta tiempo a diario, y de forma analítica, en el desarrollo y perfeccionamiento de los desplazamientos específicos (previos al golpeo en defensa o recepción, previos a la colocación, de aproximación a la red para el ataque, o como soluciones de bloqueo).


Este planteamiento es válido para todas las categorías, pero de mayor trascendencia, se cabe, en grupos de iniciación. La respuesta motriz a la percepción de trayectorias no es innata, muy al contrario es perfectamente trabajable, y precisamente en ese trabajo se deben basar los planteamientos para iniciación al volley en edades tempranas, cuando el desarrollo físico del jugador nos limita en propuestas de trabajo encaminadas hacia el ataque, el bloqueo o el saque.

viernes, 14 de junio de 2013

Información de la puntuación, tiempo y arbitrajes.


  • Tiempo de juego:
Un partido está formado por tres, cuatro o cinco sets. En el momento en que uno de los dos equipos gana tres sets, gana el partido y se da por concluido el enfrentamiento. Un equipo gana un set cuando alcanza o supera los 25 puntos con una ventaja de dos puntos. Si es necesario jugar el 5 set como desempate la puntuación que hay que alcanzar son 15 puntos, con una ventaja de dos igualmente.
La duración de este set es más corto, pero la duración del partido es variable en todo momento.Los campos se sortean antes del partido, así como el saque inicial. 


En cada set se produce un cambio de campo y se va alternando el primer saque. En caso de ser necesario el quinto set, set decisivo, se procede a un nuevo sorteo y además se realiza un cambio de campo al alcanzarse el punto 8 por el primero de los equipos.

  • Tiempo de descanso y tiempos muertos:
Cada equipo puede solicitar hasta dos tiempos de descanso de 30 segundos en cada set. Los tiempos para descanso sólo los puede pedir el entrenador, y si no estuviera, podrían ser solicitados por el capitán del equipo o el capitán en juego. En campeonatos oficiales se establecen además, de oficio, dos tiempos técnicos de 60 segundos cuando se alcanza por el primero de los equipos los puntos 8 y 16 respectivamente de cada set, salvo en el quinto set definitivo.

Durante los tiempos para descanso, los jugadores en juego acuden a la zona libre próxima a los respectivos banquillos, donde pueden recibir instrucciones del entrenador. El resto de jugadores pueden calentar sin balones en la zona libre detrás de la línea de saque.

  • Arbitraje:

El equipo arbitral normal en un partido de voleibol está formado por:
  • Primer árbitro: árbitro principal, sentado o de pie en una plataforma junto a uno de los postes, frente a los banquillos, con visión elevada sobre la red. Es el árbitro que dirige el partido, ya que indica el inicio de cada jugada, señala y decide qué equipo gana un punto y qué falta se comete, si entra el balón o va fuera. También es el único que tiene la capacidad de mostrar tarjetas a jugadores o técnicos e indica también el final de la jugada.


  • Segundo árbitro: árbitro asistente, situado de pie junto al poste opuesto al del primer árbitro, entre los dos banquillos y delante de la mesa de anotadores. Está situado a nivel del suelo. Controla las incidencias que se producen en las zonas exteriores del campo (anotadores, banquillos, zonas de castigo, zonas de calentamiento), las interrupciones o tiempos de descanso y el estado del suelo y los balones. Durante el juego comprueba la posición de los jugadores según las rotaciones, controla los cambios de jugadores y señala los toques de red, penetraciones por debajo de la red, bloqueos por líbero o zagueros, así como las faltas de posición del equipo receptor y la faltas de rotación del equipo sacador.


  • Anotador (mesa): en la mesa, situado al lado opuesto, enfrente del primer árbitro, detrás del segundo árbitro, en medio de los dos banquillos y fuera de la zona libre. Es el árbitro encargado de anotar los puntos, las sustituciones y las rotaciones de los dos equipos, siendo él el encargado de indicar al segundo árbitro si un equipo comete un error en el orden de saque o de los cambios o interrupciones improcedentes.